Un pez naranja

Primavera de 2020. Escrito en tiempos de confinamiento En casa tengo uno de esos peces naranjas.Sí, uno de esos que parecen todos iguales, como fabricados en al...

El escondite

Para vosotros, hermanos. Para los primos. Para los amigos que fueron parte de esa infancia que todavía permanece… Todavía resuenan los pasos precipitados ...

Temblor

Avanza la mañana. Aún persiste el temblor en las últimas gotas del rocío. Retrocede la sombra. La araña se desliza por su red.

A un vaso de agua

Nácar contrahecho se perfila tras vidriosa luz, desvelando, en retirada, un cristal amortecido de amplitud esférica, solemne, que apresa -cual avaro neptuniano-...

Mientras tus ojos…

Para Ana Mientras tus ojos iluminen mi torpe caminar, perdido y derrotado; mientras en medio de la jauría enloquecida tu voz se alce -siempre triunfante-; mient...

Amanecer otoñal

Mi cuerpo se sumerge en la oscuridad, que agoniza. El aire penetra con dolores de parto, con el frío -vivificante- del alba presentida. La tierra respira. Lenta...

Nosotros

Cómo cansa a veces la huella de los pasos sin pisada, el hedor de la sombra enaltecida, el eco de la voz metalizada, la cháchara indolente del perpetuo adolesce...

Lo sagrado

Lo que es sagrado, bien lejos de ser la persona, es lo que en un ser humano es impersonal. Todo lo que es impersonal en el ser humano es sagrado, y solamente es...

El cerezo

El otro día tuve que cortar un árbol. Era un viejo cerezo, pequeño y frágil, medio derribado -derrotado- por el último temporal. Antes de cortarlo, abracé su tr...